desgasté mis pupilas con tu rostro,
mientras mecías con soplidos mi rencor,
y consumias mis deseos mas oscuros,
con la saliba de tu dulce sin razón.
estrechaste el lado malo de mi vida,
me enseñaste a no rendirme ante un error,
desgarraste sin verguenza mi coraza,
y te enterraste en mi pronfundo corazón.
desperté una mañana sin tus manos,
amarrando mi cadera y mi ansiedad,
sin girarme supe que era el primer dia,
de este tiempo sin tu aliento en mi verdad.
desnudando tu figura con paciencia,
las caricias que ya no te puedo dar,
son ahora las causantes de mi dicha,
lagrimas que nacen en soledad.
Y aunque sepa que el olvido todo entierra,
yo te escribo susurrando sin temor,
que ese tiempo que un dia llegó a ser nuestro,
fue de todas las materias profesor.